Les quiero recomendar esta gran película basada en un libro de John le Carré, The Constant Gardener, publicada en el año 2000. Este es un famoso escritor británico de novelas de espionaje en cuyas obras se refleja el ambiente de la Guerra Fría, que vivía el mundo durante la segunda mitad del siglo XX. Algunas de sus novelas más conocidas son Llamada para el muerto, El espía que surgió del frío, El espía no vuelve, El topo, La chica del tambor, El sastre de Panamá y El jardinero fiel.
La película es del año 2005 y fue dirigida por el cineasta Fernando Meirelles. El film ha sido alabado mundialmente por su actuación, dirección, guión, cinematografía y música; todo combinado tan magistralmente que la transforman en una notable película. Estuvo nominada a múltiples premios y se le concedieron varios galardones -ganadora de un Oscar a la mejor actriz de reparto, entre ellos-, todos más que merecidos.
El protagonista de la historia es Justin Quayle (Ralph Fiennes), un hombre serio, tranquilo, fiel, que trabaja como diplomático en la embajada británica de Kenia, África. Mientras él se ocupa de su trabajo, su esposa Tessa (Rachel Weisz), una gran activista social y ecológica, se dedica a ayudar a un médico que se preocupa por la salud de los pobladores más desposeídos de Kenia. Desde su privilegiada posición solicita medicinas y vacunas a los líderes de las empresas farmacéuticas presentes en África y que acuden a las reuniones sociales de la Embajada.
Un día, ella se marcha temprano acompañando a su amigo médico a un poblado vecino…, nunca regresará, pues el jeep en que viajaba es atacado y sus ocupantes son asesinados cruelmente.
El porqué de esta matanza es la duda que corroe desde entonces a Justin Quayle. Cuando trata de averiguar más datos, surgen versiones que hablan de que su esposa le era infiel con aquel médico. A pesar del dolor, este tranquilo hombre -que siempre dejó que su esposa fuera libre e independiente- y a pesar de la duda sobre lo que pueda averiguar, no descansará hasta saber toda la verdad. Y esto lo llevará a descubrir las intrigas e inescrupulosas maniobras de una empresa farmacéutica. En este camino, recorrerá las pueblos, calles y casas miserables, conocerá a las personas por las que su esposa se preocupaba, sentirá la misma compasión que ella y descubrirá en definitiva toda la valía de su mujer. Entenderá por fin que luchar por los derechos humanos es un fin por el que vale la pena morir.
Esta es una película que me encantó, tanto por el amor infinito que demuestra el protagonista, como por el tema, las hermosas escenas africanas, la musica tan acorde al ambiente. Hay que destacar que aunque se trate de drama, pobreza y varias escenas muestran la marginación de las tribus africanas, sus enfermedades y la violencia constante a la que están expuestos…, a pesar de todo eso, no es una obra que inunde al espectador en la depresión o la desesperanza, ya que la mano del director Meirelles (el mismo de Ciudad de Dios) suaviza -aunque no esconde- ese mundo con solidaridad, ternura, la sinceridad de las sonrisas de los niños y la bienvenida calurosa de la gente buena que agradece lo que poco que tiene y es capaz de mirar con esperanza aún en medio de un mundo caótico.
También nos hace meditar sobre nuestros propios prejuicios, nuestro clasismo, racismo o simplemente nuestro desinterés por los menos afortunados. Hay una escena en que Justin lleva a su esposa a su casa en auto, de regreso del hospital, en el camino ella ve a la familia de la paciente que estaba al lado de su cama, iban caminando a un pueblo vecino, entonces Tessa le pide a su marido que se detenga y los lleve al otro pueblo. Él se niega porque perdería tiempo, a pesar de que sabe que a los otros les tomará horas llegar a su casa y que entre ellos hay una mujer que hace poco dio a luz. Después, en el funeral de Tessa, Justin ve a uno de los niños de la familia que se negó a llevar en su auto. Se da cuenta que aquel niño caminó muchísimos kilómetros sólo para dejar una flor -como gesto de agradecimiento- en la tumba de Tessa. Es el momento en que Justin se abre a la compasión y se libera de su orgullo. También es el momento en que comprende cuan infinitamente buena era su esposa y cuanto la querían personas que él ni siquiera conocía, y desde entonces, para compensar su desidia y desinterés, tratará de desentrañar el misterio oculto tras su muerte.
Algo que no he mencionado es que la película tiene constantes flashbacks, no es fácil de entender si uno no está cien por ciento dedicado a verla. Hay conversaciones, gestos, miradas, situaciones que no se entienden hasta que vemos otra escena en que se aclara lo que antes vimos. El film es un puzzle, pero muy bien elaborado y uno acaba comprendiéndolo todo.
Les aseguro que esta es una película que les agradará y que no sentirán que perdieron el tiempo mirándola. Los dejará pensando y por sobre todo (y la razón de que el cine sea llamado el séptimo arte) los conmoverá.
Les quiero recomendar esta gran película basada en un libro de John le Carré, The Constant Gardener, publicada en el año 2000. Este es un famoso escritor británico de novelas de espionaje en cuyas obras se refleja el ambiente de la Guerra Fría que vivía el mundo durante la segunda mitad del siglo XX. Algunas de sus novelas más conocidas son Llamada para el muerto, El espía que surgió del frío, El espía no vuelve, El topo, La chica del tambor, El sastre de Panamá y El jardinero fiel.
La película es del año 2005 y fue dirigida por el cineasta brasileño Fernando Meirelles. El film ha sido alabado mundialmente por su actuación, dirección, guión, cinematografía y música; todo combinado tan magistralmente que la transforman en una notable película. Estuvo nominada a múltiples premios y se le concedieron varios galardones -ganadora de un Oscar a la mejor actriz de reparto, entre ellos-, todos más que merecidos.
El protagonista de la historia es Justin Quayle (Ralph Fiennes), un hombre serio, tranquilo, fiel, que trabaja como diplomático en la embajada británica de Kenia, África. Mientras él se ocupa de su trabajo, su esposa Tessa (Rachel Weisz), una apasionada activista social, se dedica a ayudar a un médico que se preocupa por la salud de los pobladores más desposeídos de Kenia. Desde su privilegiada posición solicita medicinas y vacunas a los líderes de las empresas farmacéuticas presentes en África y que acuden a las reuniones sociales de la Embajada.
Un día, ella se marcha temprano acompañando a su amigo médico a un poblado vecino…, nunca regresará, pues el jeep en que viajaba es atacado y tanto Tessa como su chofer son asesinados cruelmente, mientras su amigo, el Dr. Arnold Bluhm (Hubert Koundé) se encuentra desaparecido.
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